Una de mis principales dudas antes de peregrinar por primera vez, era cómo y dónde podía dormir en el Camino de Santiago cada noche. ¿Encontraré estancia en cada etapa? ¿Qué precio tendrán los sitios donde alojarme? ¿Es necesario ir con una tienda de campaña? ¿Me asaltarán los bandidos si duermo en mitad el camino?
Tranquilo, que la infraestructura a lo largo de todo el recorrido está más que preparada, y la oferta de alojamiento es amplia y variada. Lejos de tener que pernoctar en mitad de un bosque, o en una antigua y vieja posada, como se hacía siglos atrás, los peregrinos pueden permitirse el lujo de escoger hospedaje en función de tres criterios; La tranquilidad del lugar, la Comodidad que ofrece, y el precio.
En base a estos tres requisitos, y para que puedas valorar cuál se adapta mejor a tus necesidades, voy a explicarte todo lo necesario sobre los tipos de alojamientos del Camino de Santiago, qué características tiene cada uno de ellos, y en qué se diferencian. Sí, también cuánto cuestan.
Índice
Tipos de alojamientos en el camino de Santiago
La verdad es que el Camino cada vez está más masificado, y entorno a él han proliferado los negocios que viven del dinero que atrae. Sobretodo en el sector hotelero, y especialmente en el Camino Francés durante los abarrotados meses de verano.
Por ello, los alojamientos para dormir en el Camino de Santiago son diversos, y cubren todo tipo de necesidad. Estos son son los que puedes encontrar y elegir:
Albergues para peregrinos
Es la opción más popular entre caminantes, viajeros en bici y a caballo, ya que únicamente suelen alojar a peregrinos. Para ser alojado tienes que demostrar que estas haciendo el Camino, mostrando la credencial en el momento del registro.
También tienen limitada la estancia por persona a una única noche seguida. Aunque, en caso de sufrir algún contratiempo como una lesión, no será problema si se habla con los responsables.
Este ambiente rodeado en exclusiva de peregrinos y peregrinas te permitirá vivir una experiencia máxima e intensa. Y es que en ellos no se desconecta en ningún momento de todo lo que supone una aventura así.
Los albergues para peregrinos se pueden clasificar en los tres tipos que encontrarás más abajo, pero primero te explico las características comunes en todos ellos.

Cosas buenas de los albergues de peregrinos
- Precios económicos: disponen de los precios más baratos y populares, y en ocasiones funcionan mediante el donativo y la caridad. No diré que son gratis, porque en esos casos depende de ti, y de lo que puedas permitirte aportar.
- Convivencia y momentos únicos: las zonas comunes obligan a tener que convivir, y ayudan a conocer mejor a los que caminan contigo. Es el lugar donde más amistades vas a hacer, y donde más momentos vas a compartir. En especial las cenas, las comidas compartidas, y las múltiples conversaciones en las áreas comunes.
- Puedes cocinar: La mayoría disponen de cocina y de todos los utensilios necesarios para preparar tu propia comida. Una gran ventaja para poder ahorrar dinero en el mismo lugar donde te va a hospedar.
- Puedes lavar tu ropa: todos tienen lavaderos y tendederos, donde poder limpiar y secar tu ropa a mano. Y muchos también lavadoras y secadoras que, por dos o tres euros, te evitarán el trabajo, permitiéndote relajar y disfrutar de la compañía.
- Buen trato: los hospitaleros de un albergue suelen ser voluntarios, y la mayoría de ellos han sido Peregrinos anteriormente. Esto se nota especialmente en el trato y en la comprensión que mostrarán hacia tus problemas. Una norma que se cumple a menudo es que, a menor tamaño y número de camas, mejor trato se recibe. Evidentemente con sus excepciones.
Cosas malas de los albergues
- Poca intimidad: la intimidad es mínima, ya que las instalaciones, como aseos, cocina, o dormitorio, suelen compartirse.
- Dormir en grupo: dormir en el Camino de Santiago en una habitación o pieza tan grande, se hace difícil los primeros días. Las literas con alguien encima o debajo tampoco ayudan a estar relajado. Un truco útil es colgar la toalla del lateral de la litera, y aislarte dentro cuando duermas.
- El Ruido: entre tanta gente es inevitable encontrarse con alguien que no respete las normas de convivencia, como los horarios de descanso. Es más común a medida que te vas acercando a Santiago, cuando el silencio cada vez se respeta menos.
- Los ronquidos: la primera cosa que tienes que cargar si vas a dormir en un albergue, son unos tapones para los oídos. Estate seguro que siempre habrá alguien que empiece a roncar antes de que te quedes dormido. Explico esto y mucho mas en el artículo qué llevar en la mochila para el Camino de Santiago,
- Camas no siempre limpias: lo segundo indispensable es que hace falta saco de dormir para pernoctar en albergues públicos, ya que no todos ofrecen sábanas. Algunos incluyen sábanas de usar y tirar, que no pesan y puedes reutilizar varias noches.
- Comodidades mínimas: si buscas comodidad, no es tu opción. Los albergues suelen ser más austeros, y en ellos prima la funcionalidad por encima del lujo.
- No admiten reservas: los albergues no suelen permitir reservar plaza con más de un día de antelación, ni hacer reservas para grupos grandes. La asignación de las plazas se va otorgando según el orden de llegada, hasta que la disponibilidad esté agotada. Dando prioridad a los que hacen el camino a pie antes que los ciclistas.

Albergues municipales
Pertenecen a la administración pública del ayuntamiento de la localidad, o de la comunidad autónoma. Aunque no es raro que estén gestionados por asociaciones de Amigos del Camino, o juntas vecinales.
Se suelen concentrar en las localidades que coinciden con un de final o principio de etapa, y en las pueblos más cercanos a ellas.
Funcionan a medias entre el dinero que reciben de subvenciones, y el que ingresan de sus bajas tarifas o donaciones. Eso hace que los albergues públicos no sean tanto un negocio, y sí un servicio de ayuda.
Algunos funcionan mediante la donación voluntaria, y el resto tienen un precio medio de entre 5 y 7 euros la noche. Aunque cuánto más cerca de Santiago, cada vez son más caros, hasta llegar a los 10 euros.
Aun así, el público es la opción claramente mayoritaria que los peregrinos suelen escoger. Eso provoca que sean el primer lugar en el que se agotan las camas, teniendo que llegar lo antes posible.
Para aprovechar más el espacio y la funcionalidad, suelen tener los dormitorios con el mayor número de literas. Algunas salas agrupan a más de 20 personas.
Suelen tener horario límite para cerrar sus puertas por la noche, evitando así que nadie más pueda entrar o salir hasta la mañana siguiente.

Albergues privados
Como su nombre intuye, es un negocio privado que pertenece a un particular. Su coste, aunque todavía económico, es ligeramente superior al de los públicos, y se mueven entre 7 y 12 euros.
Este coste más elevado incluye unas instalaciones mejor cuidadas, cuartos con menos camas o privadas, más servicios y comodidades, incluso piscinas. Eso los convierte en la opción elegida entre los quieren seguir compartiendo espacios, pero con mas tranquilidad y menos ruido.
La forma en que se asignan las plazas también responde a respetar el orden de llegada; primero entran los que peregrinan a pie, después los que llegan en bicicleta, y por último los que lo hacen cabalgando a caballo.
La cantidad de albergues privados para dormir haciendo el camino de Santiago es mayor, disminuyendo el problema de disponibilidad. Igualmente son los segundos que se ocupan, pero es habitual encontrarlos en municipios que no coinciden con final de etapa.
Al ser negocios personales y sin tanta aglomeración de gente, el trato recibido suele ser muy bueno.

Albergues parroquiales
Pertenecen a alguna comunidad religiosa, como parroquias o congregaciones, y suelen estar gestionados por monjas y otras figuras religiosas. Sus instalaciones, además, forman parte de alguna antigua iglesia o parroquia.
Uno de los lugares para alojarse y dormir en el Camino de Santiago preferido por aquellos que peregrinan desde más lejos, es el albergue parroquial. Esto se debe a que funcionan mediante el sistema de donativos, y muchos también incluyen una cena comunitaria.
Cada peregrino o peregrina decide libremente qué cantidad puede permitirse pagar, y el dinero recaudado cada jornada, se utiliza para el próximo día. Principalmente para la limpieza de los dormitorios, y la comida de los peregrinos. Es importante pensar que si has encontrado las instalaciones limpias y comida gratis, es gracias a los últimos huéspedes.
Su número es menor, y junto con el albergue municipal, son los primeros que se llenan. Aunque es muy habitual que ayuden y echen un capote a un peregrino necesitado.

Hostales y pensiones
Ambos son alojamientos privados que aportan mayor comodidad, intimidad, y tranquilidad. No permiten cocinar, pero suelen ofrecer menú de peregrino y servicio de restaurante de pensión completa, o de media pensión. También habitación privada.
Son buenas opciones, y relativamente económicas, para dormir en el Camino de Santiago, y huir del ruido de los albergues. También para los menos jóvenes que requieran de un descanso más tranquilo.
Hostales
Los hostales están por debajo de los hoteles en cuanto a calidad. Esto se debe a que no cumplen con los requisitos necesarios para tener más de tres estrellas. Califican siempre entre 1 y 3 estrellas.
Deben tener una capacidad mínima para 20 huéspedes o 10 habitaciones. Los de una estrella disponen mínimo de un aseo cada tres piezas, y los de tres incluyen baño privado en cada cuarto, lavandería y calefacción. Todos con agua caliente y calefacción.
El precio está alrededor de los 20 euros la noche, por persona. Pero puede subir según la calificación y el tipo de habitación.
Pensiones
Son establecimientos de alojamiento que no cumplen lo necesario para considerarse hostal, y no tienen obligación de disponer de comedor. Por ello algunos únicamente ofrecen estadía, y no comidas.
Sus prestaciones y características son cercanas a las de los hostales, pero con un precio más barato. Las tarifas rondan entre los 15 y los 20 euros la noche. También ofrecen habitaciones privadas con baño individual o compartido, según la categoría.

Hoteles en el camino
Los hoteles del camino están ubicados en un edificio propio, o en una zona independiente dentro de él. De uso exclusivo para el huésped o turista, y con entrada, ascensores, escaleras, y accesos propios.
Según su calidad y sus servicios ofrecidos, están catalogados desde 1 hasta las 5 estrellas. Aunque en el camino el más común son el hotel de 3 y 4 estrellas.
Los lujos que ofrecen suelen estar en contraposición a lo que se busca peregrinando, pero son una solución que cada vez utiliza más un determinado público, y que tienes que conocer y valorar. Los precios no bajan de los 30 euros por persona y noche, eso sí, con buffet incluido.
Casas rurales
Este modelo de establecimiento de turismo rural presta servicio de alojamiento en habitaciones con baño, y en vivienda completa compartida.
Están obligadas por ley a disponer de las características formales y de materiales propios de las casas de la zona. Esto hace que mantengan el encanto local, y ofrezcan buenas alternativas para relajarse y dormir en el Camino de Santiago a grupos grandes o familias con niños que busquen experiencias diferentes.
Estas antiguas casas de pueblo de estilo rústico y con encanto, y generalmente muy bien reformadas y acondicionadas, no son baratas si se quieren alquilar completas. Pero tienen unas tarifas medias de entre 40 y 50 euros la habitación doble, mucho más asequibles.
Aunque la casa rural es de las soluciones menos utilizadas, en los últimos años está sufriendo un auge en sus reservas y ocupación. Por eso he decidido incluirlas.
Apartamentos
Básicamente un pequeño apartamento, de varias habitaciones que se alquilan juntas o por separado. Algunas con lavabo propio, y a menudo con baño compartido.
Este modelo de alojamiento lo vas a encontrar especialmente en Santiago de Compostela. Son muchas las personas que se acercarán a ti en la misma plaza del Obradoiro, delante de la Catedral, ofreciéndote pasar esa última noche (para los que no sigan hasta Finisterre), en su pequeño departamento privado.
Hay que decir que son una opción muy cómoda, especialmente después de tantos días de cansancio y habitaciones múltiples, pero no suelen estar en condiciones legales. Por eso el precio va de los 10 a los 15 euros por persona y noche. No es la opción mas barata, pero se llega a agradecer mucho.

Dormir en el camino de Santiago con tienda de Campaña
Esta es, sin duda, la opción más económica entre los que quieren pasar la noche sin gastar dinero en hospedaje. A favor tiene el ahorro de dinero, y el privilegio de poder dormir al raso. En contra, el extra de peso que añade la tienda de acampar o carpa al equipaje, y que no es el método de descanso más cómodo.
Quiero destacar que en cada comunidad autónoma la ley de acampada cambia. En Galicia, por ejemplo, no está permitido acampar al aire libre, ni hacer fuegos.
En estos casos hay que enterase bien de la legislación local, y montar la tienda en zonas donde se permita descansar. Como campings o algunos jardines de una casa particular, o de iglesias y albergues.
Como habrás comprobado, el alojamiento ideal en el Camino de Santiago no existe, y es que cada uno cumple con una función diferente al resto. Por ello, lo mejor es tener toda la información, y poder decidir cuál escoger en cada momento.
Antes de acabar te dejo un consejo que, desde que lo descubrí, no he dejado de utilizar; La Guía Eroski Consumer de hospedajes y etapas del camino. Te recomiendo mucho que te descargues la aplicación, ya que te ayudará a reservar alojamientos, y a planificar tu ruta en cada etapa.
Y esto es todo, de momento. ¡Buen Camino, y buenas noches!
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